El mes pasado estuvimos en el Camping resort Devesa Garden.
Estuvimos en una cabaña porque estamos readentrándonos en el mundo del camping y preferimos hacerlo así. Y digo readentrandonos porque tanto mi marido como yo tenemos experiencia en el Camping pero la habíamos abandonado por unos años y ahora que tenemos 2 hijas creemos que es una maravillosa experiencia para ellas poder viajar estando tan en contacto con la naturaleza.
Fuimos un fin de semana y nos alojamos en una cabaña de las que aceptan mascotas (porque viajabamos con Duna 🐕) y tienen vistas a la Albufera.
Os adjunto foto de una garza real avistada desde nuestro bungalow.
Desde el Camping hay un embarcadero y salen visitas a la Albufera por la mañana. Hicimos el paseo en barco por la Laguna de la Albufera que es la Laguna litoral más grande de España, os dejo imagen para que veáis las vistas y un enlace para que tengáis más información
aquí.
Además del paseo en barco dentro del camping hay una granja en la que pudimos ver avestruces, ovejas, burros, patos y cerdos vietnamitas. Por otro lado hay un establo con caballos y ponis que también es visitable y se puede hacer paseo a caballo.
Una de las cosas que más le había llamado la atención a Paula cuando planeabamos está escapada es el gran parque de araña (dejo foto abajo), la primera vez que lo vio en la web le encantó y frecuentemente me pedía que se lo enseñará.
La realidad es que el parque está genial y los niños disfrutan mucho, al lado del parque pusieron un hinchable con lo cual esto es el paraíso de los niños. Al lado del parque hay un chiringuito con mesas para que los padres podamos descansar algo sin perderles de vista.
Además de este parque tienen un centro de ocio cerrado en el que hay otro castillo hinchable más grande, con un parque de bolas inmenso, una pista de fútbol y colchonetas elásticas. Aquí también hay cafetería para poder tomarte algo mientras los ves disfrutando.
Por último, quería comentar que no todo fue perfecto durante nuestra estancia. Tuvimos que abandonar el bungalow a las 12 aunque nos dejan la pulsera para poder disfrutar de las instalaciones a lo largo del día pero no hay ningún sitio en todo el recinto en el que esté permitido hacer picnic (cosa que nos resulto llamativa tratándose de un camping) lo que te obliga a comer en su restaurante que no es muy económico.
En general, fue un buen fin de semana en el que las peques disfrutaron a lo grande, tanto de las instalaciones del camping como de la visita al parque Gulliver del que Paula sigue nombrandolo y recordando como se tiró por los toboganes con sus papás.